Cataluña, naturaleza, personas

Artículo publicado en el periódico comarcal El 9 NOU d’Osona-Ripollès el 19.6.2020 (con cambios)

El pasado miércoles (17.6.2020) el Parlamento de Cataluña aprobó la Ley 7/2020, de 2 de Julio, de la Agencia de la Naturaleza, reclamada y propuesta durante años.  El camino ha sido largo y complejo, con varios intentos para concretarla, y en las últimas semanas ha llegado a la opinión pública en forma de un intenso cuestionamiento con el objetivo de detener, una vez más, el   hito de la Agencia. Colectivos rurales muy específicos y algunos alcaldes han liderado peticiones para que la ley no sea aprobada.

No voy a cuestionar la legitimidad o el trasfondo de estas demandas de mayor participación, ahora es el momento de celebrar que Cataluña ha dado un paso muy importante para poner pronto en marcha un instrumento, la agencia de la naturaleza, llamada a aumentar su capacidad para proteger la flora y la fauna, los ecosistemas, los paisajes y los procesos ecológicos a escala de país. Protegerlos por su valor intrínseco y por los servicios vitales que la naturaleza nos da a las personas, contribuyendo así a los esfuerzos globales tan necesarios para revertir la pérdida de biodiversidad que sufrimos.  

Debate e implicación de sectores

El debate que ha precedido a la aprobación de la ley de la Agencia de la Naturaleza se ha extendido a muchos sectores. Esto nos da  ahora una  oportunidad única para trabajar con el mundo empresarial, y el municipalismo, para involucrar y desarrollar estrategias de capital natural, apoyo a la conservación y servicios ecosistémicos, y el desarrollo de estrategias locales de biodiversidad, infraestructura verde y soluciones basadas en la naturaleza que unan la salud de la naturaleza con la de las personas, y la prevención de riesgos naturales asociados con el cambio climático, como los que trajo el temporal Gloria en el invierno pasado. En definitiva, tenemos la oportunidad de que la biodiversidad permanezca, como en estos últimos días, en primer plano de la toma de decisiones pública y privada, en Cataluña, en Osona, en el Ripollés, empezando por los municipios, y los sectores económico y empresarial que deben afrontar los retos de la transición ecológica. Ahora es el momento en que la agencia de la naturaleza sea el impulso para el cambio de tendencia y ayude a hacer crecer el compromiso de cada persona y de la sociedad catalana hacia la conservación de la naturaleza, porque somos parte de la naturaleza, como esta dolorosa pandemia en la que vivimos nos recuerda constantemente.

De la Estrategia EsNatura al contexto Europeo

A esas personas más o menos convencidas de la oportunidad de esta Agencia, y a aquellos que, a través del diálogo y los hechos, reconsideren su posición, ahora nos corresponde apretar para que los estatutos, paso previo para el despliegue de la Agencia de la Naturaleza sean aprobados pronto. La crisis de la biodiversidad es una   emergencia que nos afecta como sociedad, por lo que diálogo, participación y territorio son necesarios para avanzar, siempre recordando la urgencia de la puesta en marcha de este organismo. La Estrategia “ESNATURA, Biodiversidad y Patrimonio Natural de Cataluña“, aprobada en 2018 con un amplio proceso participativo -es necesario destacarlo-,  marca la agenda  de la agencia, que en realidad es sólo la estructura para poder hacer más y mejores políticas de prevención, gestión, conservación y restauración de la biodiversidad, gracias a una financiación que comienza con el nuevo Fondo del Patrimonio Natural, pero que tiene que ir más allá.

Estrategia, estructura y recursos para que en Cataluña avancemos en la dirección de otros países europeos que sean líderes en conservación. Y en este contexto europeo tres elementos a destacar: el Pacto Verde Europeo (2019) y  las dos estrategias 2030: “De la Granja a la mesa” (agrícola y alimentaria) y “Devolvemos la naturaleza a nuestras vidas” (biodiversidad), aprobadas en Bruselas hace unas semanas, y que nos muestran cómo la agencia de naturaleza tiene que desempeñar un papel destacado en nuestros compromisos con Europa.

Triángulo de Agencias Ambientales Catalanas

La  nueva Agencia de la Naturaleza, junto a las  ya existentes del Agua y los Residuos, completan un marco de las necesarias agencias medioambientales catalanas, y que esperamos ver enmarcada dentro de un “Departamento de Medio Ambiente y Transición Ecológica” que necesitamos para impulsar los retos de las crisis climática y de biodiversidad en los próximos años.  La Agencia de Naturaleza también tiene ahora  la oportunidad de demostrar proximidad al territorio y promover la acción local y de la sociedad civil, las empresas y la propiedad rurales. Mejora, innovación y transformación organizacional deben ser elementos centrales para lograrlo.

Y diálogo, diálogo entre las personas, porque todos somos parte de la naturaleza.

Jordi Pietx i Colom

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